En los últimos meses se encendieron luces de alerta en la industria “estrella” del modelo K, la automotriz y autopartista, lanzando una oleada de suspensiones y poniendo en cuestión los índices de empleo, uno de pilares de la década kirchnerista.
Los empresarios de la rama se apoyaron en la idea de un freno en la actividad y caída de las ventas para dejar a un lado su estrategia de “despidos por goteo” y pasar a la ofensiva contra los trabajadores con suspensiones en masa, retiros voluntarios y despidos. En un sector que emplea cerca de 100 mil trabajadores entre terminales (35 mil) y autopartistas (65 mil), las suspensiones en lo que va del año se calcula que fueron más de 14 mil, esto es, un 14% del empleo directo (sin contar la caída del empleo en las concesionarias). En algunas empresas terminales, como en Peugeot y en General Motors las suspensiones van de la mano de recortes salariales que alcanzan el 35%. Todavía es incierto el rumbo del actual “parate” en este sector, según ADEFA, el resultado de los primeros cinco meses del 2014, la producción cayó un 22,2% respecto del mismo período del año pasado, las exportaciones un 24,3% y las ventas un 32,3%, habiéndose agravado en el último mes de Mayo. Por otra parte, habría algunas sospechas de que la actividad repunte luego del Mundial en Brasil.
Las excusas del ajuste
En general estos números tratan de explicarse por los recientes cambios económicos de la coyuntura nacional como la devaluación del 27% en Enero y la aplicación del impuesto a los autos de lujo; además de la reducción al financiamiento del consumo y las líneas de crédito por el impacto de las subas de la tasa de interés. A todo esto se suma el efecto enfriamiento de la economía de Brasil, que impacta en las exportaciones de gran parte de lo producido en Argentina. Eso dicen los empresarios, quienes al verse “muy” perjudicados tuvieron claramente que ajustar vía precios, contrayendo de esta forma la demanda. Desde el gobierno, el grupo de Axel Kicillof no cuestiona los incrementos de precios de los automóviles sino que plantea que “no deberían ser tan altos”puesto que el impacto de la devaluación por la vía de los componentes importados en el precio sería menor, Cristina llama a Scioli a tener “mano dura”… ¿con las corporaciones? No, mano dura con los trabajadores que se están quedando en la calle. Es que el “ajuste” más importante fue el que se hizo por el lado de los costos. Y sabemos que las patronales multinacionales eligen reducir costos por el lado de los trabajadores, avanzando con un plan de despidos y suspensiones.
Es por este motivo que desde la investigación que venimos realizando, y este post es un fragmento de la misma, nos proponemos poner al descubierto que frente a escenarios de crisis en el sector, no tienen por qué ser los trabajadores la variable de ajuste.
“Marcar la cancha”
A tono mundialista, las patronales ven que las ventas están cayendo y quieren dejar en claro que no están dispuestas a ceder ninguna parte de su rentabilidad. De seguir con esta tendencia a la caída de la producción su horizonte está en volver a los niveles de empleo de 2009 cuando en conjunto tenían 13.500 trabajadores menos, “marcando la cancha” con los despidos y las suspensiones. Como todavía es incierto si ello será así o si habrá un repunte en las ventas, no pierden oportunidad para aprovechar a sacarse de encima a la vanguardia obrera y a los “rotos” (quienes producto de las condiciones y la intensidad laboral tienen enfermedades profesionales crónicas), mientras mantienen una pugna con el gobierno por el impuesto a los autos de alta gama.
Fuente: ADEFA y Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
La salida de esta crisis tiene que ser obrera
¡Por la Apertura de los libros de Contablidad de las empresas y el reparto de las horas de trabajo!
Lo que planteamos es que así como se discute y se conoce públicamente el salario del obrero, también debería ser abierto a toda la sociedad cuáles son los verdaderos números de las empresas. Las patronales ocultan su información puesto que abrir sus libros de contabilidad dejaría en evidencia que nunca dejan de tener ganancias multi millonarias!
Al mismo tiempo, la producción está organizada en función de incrementar la ganancia patronal y no en función de las necesidades de consumo de la sociedad. ¿Qué pasaría si planteamos que, en vez de extender los turnos hasta las 14 horas laborales, “arruinando” física y anímicamente a los obreros, se bajaran los turnos a 6 horas? Este reparto de horas de trabajo permitiría mantener el empleo sin suspensiones ni despidos, y por supuesto que bajaría el índice de enfermedades laborales.
Apoyemos la heroica lucha de los obreros de GESTAMP
La crisis estalló días atrás con uno de los conflictos más duros del sector, que puso nervioso al gobierno nacional e hizo explotar la interna peronista con Scioli. En la autopartista de zona norte, Gestamp, los 67 despedidos se plantaron y dijeron BASTA. Un grupo logró ingresar a la planta y subirse al histórico “puente grúa”, parando la producción e impactando a 5 terminales a quienes les provee de piezas y partes para automóviles, haciendo así que estas también deban parar. Este conflicto dejó en evidencia cómo juega cada uno: las disputas peronistas, la burocracia sindical a favor de las patronales con comunicados fascistas, el lobby de las patronales y CKF llamando públicamente a la represión a los obreros.
La dureza con que la patronal y el gobierno encaró el conflicto hacia los trabajadores en Gestamp sólo se explica por la tensa e incierta situación que vive en general la rama automotriz, siendo este un caso testigo para el resto de las fábricas. Por ello, fue tan importante rodear a los trabajadores por medio de la solidaridad de los estudiantes y de amplios sectores, como lo hicimos desde la Juventud del PTS e independientes, nos acercamos al acampe y acompañamos todas las medidas de lucha que se votaron los trabajadores despedidos. Así también, los estudiantes que realizamos esta investigación estamos más convencidos que nunca de la necesidad de poner todos nuestros conocimientos y nuestra energía para colaborar en el trabajo de desmentir los argumentos de las patronales, la burocracia sindical y el gobierno nacional, y demostrar que existe una verdadera salida a favor de los trabajadores y el pueblo pobre.
Las armas de la crítica 